Direccionamiento Estratégico

Si no arriesgas no ganas

Para las empresas que actualmente enfrentan un futuro incierto y que es casi imposible establecer metas y estrategias a largo plazo necesitan líderes capacitados que comprendan la necesidad de establecer objetivos claros respaldados por una estrategia sólida.

La incertidumbre actual pone a prueba inevitablemente las habilidades de liderazgo. Un gerente puede ser experto en dirigir una organización  durante tiempos convencionales, pero puede tener dificultades para encontrar los enfoques más efectivos para garantizar un buen desempeño durante tiempos de crisis y cambios rápidos e imprevistos.

Los dirigentes deben tomar decisiones audaces y urgentes; saber cuándo dar un paso adelante y asumir la responsabilidad.

Un buen líder debe saber cuándo confiar en las herramientas que brindan las habilidades blandas: comunicación, flexibilidad, liderazgo, trabajo en equipo, actitud positiva, motivación, paciencia, capacidad de resolución de problemas y persuasión para guiar a los equipos a través de la crisis y la confusión.

Reconocer y decidir sabiamente cuándo romper los límites es fundamental para el éxito empresarial y personal

Actualmente, la mayoría de las organizaciones están luchando contra algún tipo de crisis: una situación desencadenada por factores internos o externos importantes, o varios pequeños incidentes que se generan y tienen un impacto multifuncional en toda la empresa.

Estas crisis interrumpen las operaciones comerciales normales y tienen el potencial de dañar la reputación de la organización. Las crisis no discriminan y pueden amenazar la existencia de la organización si no se reconocen y se enfrentan a tiempo.

Existen organizaciones que no solo han luchado contra una crisis, sino que han emergido más fuertes y se han convertido en organizaciones aún más exitosas. Casi todas las empresas que parecen aprovechar una crisis tienen algo en común: hacen esfuerzos dedicados para prepararse para una crisis con anticipación.

El mayor riesgo es no correr ningún riesgo 

Si las organizaciones siguen haciendo lo que siempre han hecho, seguirán obteniendo lo que siempre han tenido.

¿Qué tienen en común estas frases tan repetidas? Todas señalan el poder y los beneficios de ir más allá de ese campo libre de ansiedad conocido como la zona de confort.

¿Cómo identificar las actitudes de una zona de confort?

Conformismo

Si permanecemos en una zona de confort demasiado tiempo, podemos volvernos complacientes. Las empresas que no   realizan actividades que asusten o desafíen un poco, se perderán las oportunidades de crecimiento.

En física, la Primera Ley del Movimiento de Isaac Newton dicta que “un cuerpo en reposo permanecerá en reposo a menos que una fuerza externa actúe sobre él, y un cuerpo en movimiento permanecerá en movimiento a menos que actúe sobre él una fuerza externa”. Traducido a zonas de confort: no puede progresar si se queda quieto.

Sin riesgo no hay recompensa

Quizás sea una frase usada en exceso, pero por una buena razón: “No se arriesga, no se gana nada”. Si una organización  no prueba algo nuevo, no tendrá éxito en nada nuevo. Quienes  estén dispuestos a correr riesgos recibirán grandes recompensas, incluso si no son grandes.

No aprender nuevas habilidades

Si las empresas solo trabajan en las fortalezas actuales, perderán  la oportunidad de desarrollar nuevas habilidades. Al asumir riesgos, se trabaja en nuevas experiencias y se dedica tiempo a mejorar las debilidades relativas.

Cuando una organización decide crecer y dejar su zona de confort significa elegir el camino más difícil, pero uno que promete mayores recompensas.